El muesli y la granola son alimentos sanos, nutritivos, energéticos y saciantes. Una mezcla de cereales, con frutas secas, frutos secos y semillas que, combinados con zumo de frutas, leche de vaca o vegetal, yogur normal o bebible, chocolate o batidos de cacao o frutas, kéfir, etc., da lugar a un desayuno completo y equilibrado.
Para darle un sabor más dulce podemos utilizar, cacao puro, miel, canela, azúcar de coco, eritritol, etc.
La diferencia entre ellos es que la granola se tuesta al horno y el muesli se elabora sin tostar.
Aunque se suele tomar de desayuno, también se puede utilizar entre horas para realizar un tentempié energético y saludable.
Los ingredientes que suele componer el muesli y la granola son:
Copos de avena, espelta, centeno, cebada, quinoa, maíz, arroz y teff.
Frutas desecadas como pasas, orejones, ciruelas, higos y dátiles.
Frutas deshidratadas (mejor sin azúcar añadido) como plátano, coco, piña, manzana, pera, mango o papaya.
Frutos secos (crudos) como avellana, nuez, almendra, pistacho o anacardo.
Semillas como las de lino, calabaza, girasol o sésamo.
Por su contenido en cereales, frutas secas y deshidratadas, frutos secos y semillas, la fibra insoluble refuerza el tránsito intestinal y la mezcla de fruta fresca y cereales beneficia a la flora.
Al poder escoger nosotros mismos los ingredientes para prepararlo, hacemos la receta a nuestro gusto, controlamos la calidad de los productos y nos aseguramos de que no contiene edulcorantes o conservantes poco recomendables, pues la granola industrial es un producto ultraprocesado, casi siempre cargado de grasas y azúcares.
Uno puede mezclar los ingredientes que más le gusten a cada rato, pudiendo crear un muesli casero base y después añadirle los ingredientes que nos apetezcan al momento.